La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es un concepto de gestión según el cual las empresas integran cuestiones sociales y medioambientales en sus actividades de negocio y las interacciones con sus clientes. La RSE se entiende generalmente como el modo en que una empresa alcanza un equilibrio entre los imperativos económicos, medioambientales y sociales (“enfoque del triple resultado final”), a la vez que aborda las expectativas de los accionistas e interesados. En este sentido, es importante distinguir entre RSE, que puede ser un concepto de gestión empresarial estratégica, y beneficencia, patrocinio o filantropía. Aunque este último concepto también puede suponer una contribución valiosa a la mitigación de la pobreza, incrementará la reputación de una empresa y fortalecerá su marca, el concepto de RSE va claramente más allá de todo esto.
La promoción de la RSE en las PYME requiere enfoques que concuerden con las respectivas necesidades y capacidades de estas empresas y no afecten negativamente su viabilidad económica. La ONUDI basó su programa de RSE en el enfoque del Triple Resultado Final (TRF), que ha demostrado ser una herramienta exitosa para las PYME de los países en desarrollo a la hora de cumplir con normas medioambientales sin comprometer su competitividad. El enfoque TRF se emplea como un marco con objeto de medir e informar acerca del rendimiento empresarial en contraposición al rendimiento social y medioambiental. Se trata de un intento por hacer que el sector privado se ajuste al objetivo de desarrollo global sostenible proporcionándoles un amplio conjunto de objetivos de trabajo más que simplemente beneficios. Así pues, para que una organización sea sostenible, tiene que ser a su vez segura desde el punto de vista económico, así como minimizar (o eliminar) el impacto medioambiental negativo y actuar de conformidad con las expectativas de la sociedad.
[caption id="attachment_3934" align="alignnone" width="1015"] Fuente: UNIDO[/caption]Los ámbitos clave de la RSE son: gestión medioambiental, eficiencia ecológica, contratación responsable, compromiso con los clientes, normas laborales y condiciones de trabajo, relaciones con los empleados y la comunidad, igualdad social, igualdad de género, derechos humanos, buena gobernanza y medidas contra la corrupción.
Un concepto de RSE ejecutado de forma adecuada puede conllevar una serie de ventajas competitivas, tales como mayor acceso a capital y a los mercados, incremento de ventas y beneficios, ahorro de costes operacionales, mayor productividad y calidad, una base más eficiente de recursos humanos, mejor imagen y reputación, lealtad reforzada con el cliente, mejora en la toma de decisiones y en los procesos de gestión de riesgos.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) www.unido.org